Los trapos de cocina actúan como reservorio y propagadores de gérmenes patógenos
El trapo ha sido siempre uno de los utensilios con mayor protagonismo en las cocinas, tanto domésticas como industriales. Junto con cuchillos y superficies de cortar, comparte espacio con alimentos de toda clase y, en consecuencia, con posiblesriesgos alimentarios derivados de la presencia de patógenos. Por su capacidad para actuar como transportador de gérmenes, los trapos, y también las bayetas, pueden quedar relegados a un segundo plano y sustituirse por el papel de un solo uso. Según un estudio británico reciente, buena parte de los trapos de limpieza usados en restaurantes y cocinas colectivas contienen niveles altos de bacterias, fruto de una mala higiene y de contaminaciones cruzadas.
No es suficiente con lavar de manera frecuente los trapos usados en la cocina porque son, junto con las manos y otros utensilios de uso habitual, una de las principales vías de formación y propagación de bacterias patógenas en los alimentos. Son productos que, pese a resultar prácticos, comportan la formación de microorganismos. Cualquier descuido en su higiene se puede traducir en el paso de bacterias a las manos y, de éstas, a las superficies y al equipo de trabajo.
Según un estudio de la Agencia de Protección Sanitaria británica (HPA), el 56% de los trapos analizados en 120 establecimientos del norte del país contenían niveles inaceptables de bacterias, sobre todo enterobacterias, E.coli, Staphylococcus aureus y Listeria, indicadores de la aplicación de medidas higiénicas inadecuadas.
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